Top Ten Guilty Pleasures

A guilty pleasure is something one considers pleasurable despite feeling guilt for enjoying it. Often, the "guilt" involved is simply fear of others discovering one's lowbrow or otherwise embarrassing tastes, rather than actual moral guilt.

Me parece que queda claro que es un guilty pleasure... esa cuestión que nos hace sentir bien pero de una forma tan culpable pero tan sabrosa. Aquí les dejo los 10 míos:

1. Ser lo que popularmente llaman "calienta-pichas"

Entiéndase que no me gusta ser así todo el tiempo... jamás. Pero hay que ser honesta: al igual que a los maes les encanta jugar de galanes, ligarlas a todas, conquistarlas a todas y no querer a ninguna, a nosotras también nos gusta la misma situación. Me encanta ser una calienta pichas, aunque sea por una noche... ligar sin que nada importe y dejar al mae limpiándose la baba, quitar la cara cuando quieren darle un beso a uno y alejarse caminando sin mirar atrás para levantarse la mañana siguiente sin recordar ni la primera letra del nombre de la víctima. Claro, el efecto de la "calienta pichas" tiene la consecuencia de que posteriormente el mae dirá que uno es una "desgraciada y una mal parida", por eso recomiendo hacer esto con personas poco conocidas para evitar dramas. Dato curioso es que la forma masculina de esta figura yo la llamo "el calienta pepas".

2. Comer en Taco Bell estando tapiz

Después de varios años de ardua investigación financiada por mis progenitores he llegado a la conclusión de que la comida grasosa es fundamental para superar con éxito una noche de fiesta. Claro, chantes para comer hay muchos pero en horas de la madrugada las opciones se reducen y he comprobado que Taco Bell resulta una excelente opción para alimentarse en altas horas de la noche: porques es bueno, es rico en calorías y es barato. Osea gente, no hay quite. Además, de que hay ofertas a partir de la medianoche que son insuperables, los baños están limpios y lo más importante HAY REFILL, y todos sabemos que en esas circunstancias el líquido en el cuerpo es clave y en esos estados, la verdad es que la grasa y el azúcar son un legítimo guilty pleasure.

3. Pegarse una nota más alta que uno de los nerdos de la clase

Y ojalá uno haya estudiado la mitad de lo que ellos estudiaron! Jojojojo! Sí sí, no lo niego! Me fascina que me vaya mejor que esos losers y luego poder restregarles la nota en la cara y decirles "issh mae, qué le pasó? estaba super fácil!". Esta situación es especialemente satisfactoria, cuando el nerdo no es sólo nerdo sino que además es sapo! Esa gente que es el paquete completo de necedad.

4. Leer la revista "TÚ" en el super

Inevitable, no puedo dejar de hacerlo. Es una cuestión religiosa para mi: llegar al MasxMenos o al Hiper, ir directo a la caja, agarrar la revista "TÚ" del mes e irla leyendo conforme hago las compras. No hay nada que me guste y me de más satisfacción que leer el "Trágame Tierra" de una guila de 13 años, hacer los tests ("Tu Galán Te Pela?" ó "Te Gusta el Novio de tú BF?") o leerme el horoscopo. La revista la compré por primera vez en abril de 1999, ahí la tengo guardada por cierto, y después de eso la seguí comprando como hasta los 17 - 18 años pero nunca he dejado de leerla.

5. Ver "My Sweet Sixteen" y "Quiero mis Quince" en MTV

Creo que es porque yo no viví a full la experiencia de los "quince años" o porque me gusta ver a guilas montados en un Hummer y quejándose porque querían ir a la fiesta en un Rolls Royce, la vara es que me encanta ver ese condenado programa... es más, estoy segura que he visto todos los episodios que han transmitido por MTVLA. Pero la verdad que sí me gusta ver esas fiesticas a las que sólo les falta el guaro para tirar la casa por la ventana.

6. Escuchar canciones de Timbiriche antes de dormir

Esto no requiere explicación, Timbiriche es el mejor grupo de todos los tiempos. He dicho, respuesta definitiva.

7. Jugar todas las versiones de "The Sims"

Es una cuestión altamente necesaria para mi correcto funcionamiento. Me encanta esa vara de la simulación social y de bretear para comprarse los chunches de la choza. Creo sinceramente que es uno de los mejores juegos que hay y la verdad es que paso horas de horas jugándolo y hay días que ni estudio por estar breteando para comprar un juego de sala de nuevo o la nueva tele de plasma.

8. Ligar por SMS

He dicho, me encanta ligar por mensajes de texto. Pierde uno todas las inhibiciones, hay total control de la situación y uno siempre puede actuar como si nada cuando ve a la persona de frente. La verdad es que es una legítima maravilla y no hay nada más chiva que recibir un mensajito pasado de tono entradas las altas horas de la noche y tener el poder de responderlo, ignorarlo, borrarlo o decir a la mañana siguiente "A mi no me llegó nada". JA!

9. Espiar gente en Facebook

Uhummm, la verdad es que Facebook es una bendición en nuestros días, una legítima herramienta de trabajo y la forma más útil de saber en que anda la gente. Facebook le permite a uno saber en que andan los compas, con quien anda el ex ahora, bloquear a las amigas de la mamá que quieren agregarlo a uno como "friend", ver las fotos de los ex compañeros del cole, enterarse quien se casó o quien se comprometió, ver si el mae que le cuadra a uno es fotogénico etc etc etc. Nada me hace más feliz que conectarme y ver ese globito rojo en esquina inferior derecha apunto de estallar con información! Yupi!

10. Twitter

Real, este chunche es el vicio por excelencia. Dicen que es "microblogging", que es un chat y no se cuantas historias más pero la verdad es que Twitter se ha convertido en un vicio para mi y en un verdadero guilty pleasure. Al punto que despierto con Twitter, voy a la U con Twitter, tomo café con Twitter y doy las buenas noches con Twitter. Y luego uno le agarran los mates de querer bajar todo y cuanto haya para el Twitter: que un background, que el TweetDeck, que el Twitter Mobile etc etc.

Bueno, esos son los míos... el Top Ten nada más porque la verdad es que guilty pleasures me sobran. Y ustedes qué? Compartan ahí con la community. Abrazos.

Rebeca, Diego y Natalia

Un día de estos un amigo que estudia Derecho también, llegó a contarme que se había iniciado el juicio por los muchachos que murieron en el 2007 en un terrible accidente de tránsito. El estuvo ese día en los Tribunales y su comentario del inicio del juicio se sumó a la típica frase masculina "mae, y es que andan un montón de guilas ricas!". Dios bendiga la testosterona.

Pero bueno, en mi post pasado mencionaba que una de las cosas de las que más me arrepiento en la vida, es de haber manejado tapiz y haber chocado. De irme en una cuneta no pasé pero el incidente me persigue hasta el día de hoy por el típico "que pudo haber pasado" y el sentimiento aumenta con el inicio de un juicio como este. Pensar en eso me crea mil sensaciones, pero sobre todo decepción, dolor y toneladas de arrepentimiento. Pero eso es harina de otro costal.

No conocí ni a Rebeca, ni a Diego, ni a Natalia. Sólo sé que eran muchachos como yo: universitarios, estudiosos, nacidos a finales de los 80's, fruto de familias dedicadas y amorosas y con amigos de los buenos, de esos que están con uno en las buenas y en las malas.

Pero con Natalia, el caso es un poco diferente. Verán, como twittera que soy me gusta andar igualmente deambulando por la blogosfera tica para reirme con los post de Burro de Licha, para identificarme con los de Tita Bobra, para informarme con los de Fusil de Chispas y en una de tantas fui a dar al blog de un señor que se llama Alejandro Trejos. Y veía que hablaba mucho de una muchacha que se llama (porque aún se llama así, el nombre no se lo han cambiado aunque no esté aquí) Natalia. Y al principio no entendía o más bien, no recordaba. Porque el caso lo he tenido siempre muy presente, más considerando que la noche que me jalé mi torta fue una noche del mismo año.

Y el blog lo fui leyendo, leía todo en realidad pero me interesaban los posts que hablaban de Natalia. Los que hablaban de las mariposas. Y así fui conociendo a una muchacha dulce, simpática, graciosa, generosa y sobre todo de gran corazón. Leer los posts de don Alejandro me hicieron ver lo que es el amor de un padre por su hija, cosas que a veces uno no entiende ya sea por necedad o por juventud o por rebeldía. No lo sé. Pero en definitiva, algo dentro mío cambió: no sólo me hizo valorar aún más el regalo de la vida sino que me hizo comprender que no hay que ser padre o madre para entender ese amor. Simplemente hay que abrir los ojos, la cabeza y el corazón.

A don Alejandro, sin conocerlo, le doy las gracias porque no sólo me ayudó a valorar aún más la relación con mis padres sino que le agradezco, por permitirme conocer a su hija que sin duda era una muchacha maravillosa con grandes valores y un corazón aún más grande. Estoy segura que ella debe sentir un gran orgullo de tener un padre como usted.

En el juicio le deseo lo mejor a usted, a su familia y a Natalia.

Me arrepiento

Pensaba ahora en eso que uno no debe pensar, pensaba en el "que hubiese sido..." "que habría pasado...". Pero bueno, sin bombos ni platillos publico las 10 cosas de las que más me arrepiento en la vida.

1. Me arrepiento de no haberle robado un beso a un muchacho que me gustaba, porque ahora sé que no se habría quitado. Y realmente, alguna vez se quitan?
2. Me arrepiento del día en que empecé a fumar: un octubre de 2005 en la terraza de mi habitación en Tambor.
3. Me arrepiento de haber engañado al mejor mae sobre la faz de la Tierra. Y me arrepiento aún más de habérselo confesado. Y por teléfono.
4. Me arrepiento de haber manejado tapiz y de haber chocado tapiz.
5. Me arrepiento de un número considerable de mensajes de texto enviados (incluye los SMS de apoyo a María José Castillo)
6. Me arrepiento de no haber ido a Acapulco con mi familia por quedarme en casa con mi (ex)novio.
7. Me arrepiento de haber botado mis patines en línea rosados de Barbie.
8. Me arrepiento de haberme enamorado de maes que no valían ni un centavo.
9. Me arrepiento de todas las palabras que me tragué por miedo al "Que dirán"
10. Me arrepiento de no haber empezado un blog antes.