Yo debería estar estudiando Contratación.
Pero la verdad es que para "Cesiones, Endosos y Donaciones" me queda el resto de mi vida.
Supongo.
Resulta que hace unas semanas, compré un libro que hace rato buscaba.
"Universidad e Historia" de Carlos Monge Alfaro.
Altamente recomendado para todos los que quieren saber la historia de la educación superior en Costa Rica.
Entonces, entre tanta cosa confusa que sucede ahora en la Universidad de Costa Rica.
Entre tanta cosa sucia.
Entre tanta cosa que se hace "sin verguenza" alguna.
Me acordé de un par de párrafos que pensé... "Todos deberían leer".
Ahí les va:
"La creación de la Universidad de Costa Rica dotó al país
de un centro científico y humanista que inició la gran cruzada
intelectual de descubrir y encauzar inteligencias y formar personalidades
indispensables para enfrentarse con éxito a los complejos problemas que componen
y tejen la historia. La juventud de ésa época tenía pocas expectativas
para descubrir sus talentos y vocaciones: unas pocas escuelas profesionales que
impartían enseñanzas sin metas bien perfiladas, carentes de nexos culturales,
pedagógicos, sociales y administrativos.
Al advenir la Universidad de Costa Rica, la educación superior tomó nuevos rumbos
históricos: la cultura y la ciencia jugaron de ahora en adelante un papel significativo
en el rumbo nacional. Las expectativas para la juventud y el pueblo crecieron tanto
en orden cuantitativo como cualitativo. El país reforzará los cuadros directores de la
"res pública": incrementará las vías de acceso a la cultura y a la educación para todos
los ciudadanos: en una palabra, contará con un motor cada vez más poderoso y ágil
indispensable en una época de súbitos cambios que ya los acontecimientos anunciaban.
Mi hipótesis es que la Universidad de Costa Rica ha sido una de las fuerzas creadoras
más importantes que han actuado en el seno de la sociedad costarricense, lo cual justifica
considerarla como arquitecto de los tiempos contemporáneos.
A la Universidad muchas críticas se le han hecho a lo largo de su existencia.
Bienvenidas esas apreciaciones sobre la concepción, funcionamiento y logros
de nuestra Alma Mater, siempre que sean producto de ondas investigaciones.
Ocurre que muchos, así, al desgaire, dicen unas cosas tan ¡fuera de tiesto!"
- Carlos Monge Alfaro
12 de octubre de 1978
****
- Verá don Carlos, es que se me perdió la Universidad y quería saber si usted me ayudaba a encontrarla -
Querido Don Carlos:
Saludos, donde quiera que se encuentre usted. Esperemos que si el Paraíso existe ahí se encuentre, porque aquí más bien se siente como el lobby del infierno. O el infierno per sé. Ya ni sé.
Le escribo con pena, con mucha pena. Porque me da mucha lástima contarle que todo aquello tan bonito que usted una vez dijo de la Universidad de Costa Rica... ya no es cierto. Si le digo la verdad, mi sueño siempre fue estudiar en la UCR, porque siempre crecí escuchando maravilllas de ese centro de estudio, desde que estaba menor (no más pequeña) que ahora.
Y no miento cuando digo que de verdad pasé mis últimos años de colegio, estudiando mucho y sacando muy buenas notas para poder ser admitida en la Facultad de Derecho de la UCR. En diciembre de 2005 un contestador telefónico me confirmó el anhelo: ya era estudiante de la Universidad de Costa Rica.
Que orgullo, carajo.
Inocente yo, Don Carlos por pensar que había "orgullo" en eso. Porque resulta ser, que la UCR se ha transformado. Resulta que hay gente en la Universidad que se tomó un veneno espantoso que se llama "política nacional" pero que también viene en otras variaciones como "pastillas sociopáticas" y "rubores manipuladores" y con esos les agarra por andar coloreando gente. Pero eso es harina de otro costal.
Me da pena decirle, que todo aquello que usted una vez predicó acerca de la UCR está muy cerca de convertirse en una mentira. Todo el humanismo, la cultura y el desarrollo universitario se ha enfermado con política estatal. Así como a Don Óscar Arias se le pegó la porcina, resulta que a la Universidad también se le pueden pegar otros virus y males peores.
No me queda más que decirle, que de verdad todavía existen en la Universidad muchos alumnos que luchan por todo lo que usted, don José María Castro Madriz, don Rodrigo Facio y muchos académicos más creían acerca de los valores universitarios. Pero ya no es tan fácil, no ve que a la UCR unos la están enfermando y otros andamos como médicos sin remedios.
Algo sí no ha cambiado... "Ocurre que muchos, así, al desgaire, dicen unas cosas tan ¡fuera de tiesto!"
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